sábado, 25 de mayo de 2013

Despertando del engaño. - @AnaMariaGazmuri



“Un ser humano forma parte de la totalidad que llamamos “el universo”, es una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Se experimenta a sí misma, a sus pensamientos y sentimientos, como algo separado del resto, lo cual constituye una especie de ilusión óptica de la mente. Esta ilusión supone una prisión para nosotros y nos limita a nuestros deseos personales y al afecto que sentimos por unas pocas personas cercanas a nosotros. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esta prisión ampliando el círculo de comprensión y compasión para contener a todos los seres vivos y a toda la naturaleza en su belleza.”
Albert Einstein



Como tan lúcidamente lo describe Einstein, esta condición de estar prisioneros y limitados en la ilusión de ser seres separados, sin ser capaces de reconocer nuestra naturaleza esencial como parte interdependiente del tejido cósmico, es especialmente funcional para el modelo imperante, basado en fomentar el egoísmo y el individualismo, la competencia, que implica en sí misma la negación del otro, por sobre la empatía, la colaboración y la cooperación.



En ese sentido nuestro país se ha transformado en símbolo del modelo llevado a su extremo más desquiciado, siendo la codicia y el lucro instaurados como un valor, convirtiendo la ley del más fuerte en la imperante en todos los vínculos humanos. El tipo de sociedad que construimos, feroz y competitiva, genera sin duda grandes desequilibrios en la salud de sus integrantes, que viven en la angustia de sentir cuestionado su propio valer, ya que en esta mecánica de lucha y competencia, arrogancia y desconfianza, para que uno “gane”, otros varios deben perder.



Y gana la industria farmacéutica, vendiendo por miles analgésicos, ansiolíticos y antidepresivos a tantos que sienten que les duele la vida como está, que los hiere las condiciones a las que deben someterse para llevar adelante su vida diaria. Y, peor aún, ganan medicando niños que no se adaptan a este sistema cruel, que se resisten a ser adiestrados para competir desde el jardín infantil, siendo sometidos a una violencia silenciosa y “legal”, vulnerando gravemente el derecho de todo niño a una infancia feliz y protegida.



Y gana las familias dueñas de este país que puntea en los ranking de desigualdad e inequidad, enriqueciéndose a costa de miles y miles que deben trabajar incansablemente, más allá de lo razonable, y aun así no alcanzan a sustentar sus vidas, debiendo endeudarse con un sistema financiero perverso y abusivo. Y ganan lucrando con la educación, la salud, la seguridad social, indiferentes a la estela de desencanto y desolación que van dejando en el camino.



Afortunadamente, nada permanece estático, la realidad es un proceso dinámico, que no puede fijarse, congelarse, como pretenden algunos que no están dispuestos a aceptar el cambio, que ven con estupor que la ciudadanía despierta, opina, exige…los movimientos sociales han movido el piso que algunos creían sólido bajo sus pies.



Y en lo que va del año vemos a los chilenos movilizarse, ya van dos grandes marchas de los estudiantes, ejemplo de dignidad y valentía, la marcha de los enfermos, que pone el dedo en el corazón de la llaga del abuso y la inequidad, la marcha por la Igualdad que se desarrolló hoy con una masiva asistencia; el pasado sábado marcharon más de 15.000 personas en 13 ciudades de Chile bajo el lema “No más presos por plantar”, y el próximo sábado será la marcha por la despenalización en Santiago “Cultiva tus derechos ”bajo la consigna de una nueva Política de Drogas.



Y desde este despertar que se manifiesta desde todos los rincones, volvemos a creer que es posible, que construir un mundo más cuerdo y bondadoso depende de que estemos dispuestos a trabajar en conjunto, desde la cooperación y el respeto, volvemos a creer que es posible darnos cuenta que no estamos separados, que si te daño me daño, que si te duele me duele… Volvemos a creer que liberándonos de la prisión de creernos separados, podemos transformar el sufrimiento en paz, alegría y liberación.





Ana María Gazmuri V.

lunes, 15 de abril de 2013

Salud al por menor

Este año estamos ad portas de una nueva elección presidencial, y me gustaría poner un tema en la palestra: "La Salud".

Hoy vivimos en un país en el que todo tiene precio, que todo se compra y vende, pero... ¿hasta que punto vamos a llegar? El tema de la salud es algo más complejo, porque acá no se trata de un bien suntuario que podemos o no tener, pero que esto no afectará nuestro diario vivir en consecuencia, acá hablamos de algo que es esencial.

Una de las cosas que más me indigna es la desigualdad, pero cuando se habla de salud llega a otros límites, ¿en que momento como sociedad perdimos toda clase de ética? ¿Cuándo la salud se convirtió en un un bien de consumo? ¿Por qué tengo que pagar para seguir viviendo? ¿Por qué no todos tenemos DERECHO a vivir?

Hoy la Salud se entiende como el privilegio de unos pocos, de los que pueden comprarla; y el tener una enfermedad catastrófica sin tener los recursos es simplemente el fin, la familia se endeuda y por un servicio que tampoco garantiza buena calidad. Que tristeza me da saber que hay personas que tienen enfermedades tratables, pero no lo recursos para hacerlo.

Invito a los candidatos a manifestarse sobre este tema, y a hacer cambios reales para la gente.

La de hoy no es una columna, es solo una breve descripción de un problema que me gustaría poner en boca de todos, crear conciencia, llamar a movilizarnos, la salud es un derecho de todos, donde nadie sobra, exijamos nuestros derechos, construyamos juntos un nuevo Chile. #TodoParaTodos LA SALUD CHILENA NO SE VENDE

Adjunto la motivación a escribir esta nota:


"Mi vida gira entorno a mi abuelo (mi tata), él en sí, es mi vida.
Hace un tiempo a él le diagnosticaron que tenía dos cánceres en el cuerpo, a la próstata y a la vesícula, ya ha pasado mucho y mi tata está peor, ya ni se mueve de la cama, le tengo que ayudar a que se tome las pastillas para que le hagan peor, hoy le ayude a que se las tomara y le tiritaba todo el brazo, ahora (en este momento) estoy llorando, porque verlo así, sabiendo que era muy atento, bailaba, molestaba, era lo mejor, me da mucha pena. A lo mejor muchos/as me entienden porque sin ellos uno lo pasa muy mal.
Aparte la Salud aquí en Chile es pésima, y se necesita mucho, para personas las cuales somos de la clase media, nos cuesta llegar a fin de mes.
Necesitamos una Salud Pública, Gratuita y de Calidad, para muchos familiares que están pasando por lo mismo o peor que mi tata.
Espero que lean esto, necesitaba desahogarme con alguien y se que Tumblr sirve para muchas cosas, expresar lo uno siente.
Gracias @BrendaMonjes" (Fuente: http://brenda-sonrie.tumblr.com/post/47725455415/mi-tatita-hermoso)


miércoles, 10 de abril de 2013

Revolución y/o revoluciones.

Este último tiempo para mí ha sido bien complejo, una seguidilla de decisiones que tomar que -se supone- definen tu futuro, quizá la que más me complicó fue la que carrera elegir; el evaluar "empleabilidad" "vocación" "que te de para vivir" y muchos más conceptos que a veces mencionamos porque tenemos que hacerlo, pero que nos los profundizamos mucho más allá, bueno, después de esto opté por tomarme el año para pensar, no estaba preparado para dar EL PASO, y si bien me costó harto llegar a esto, no me arrepiento. Lo que  motivó a relajarme con este tema fue el que comprendí que la profesión no es algo esencial, no digo que no sea importante, pero el hombre (genéricamente) es hombre, luego es todo lo demás, por ejemplo profesional.

 Bueno, a raíz de esto último pude sacar otra seguidilla de conclusiones, que si bien pueden no estar de acuerdo conmigo, quiero compartir.

Reconozco que desde mi ideología, muchas veces he sido parcial, hubo un tiempo que el considerar a alguien "facho" automáticamente me generaba rechazo, pero con esto último, de que el hombre es hombre (reitero que es genérico, tanto como la mujer es mujer) y luego es de izquierda o derecha, y más aún -y con esto termina la larga introducción- dentro de cada una de sus ideologías, diferente maneras de interpretarla y llevarlas a cabo.

He cuestionado varias cosas, me dí cuenta que muchos de nosotros, con una ideología definida, en algún momento caemos en lo que llamo "delirio intelectualoide" y que desde esta parada, solemos criticar todo y a todos, y más específicamente, su manera de ver las cosas.

Fue así como llegué hasta esto de "Revolución y/o revoluciones" -Así es, el título no era na' adorno- y de como concebimos todos la "revolución", y llegué a la conclusión que cada uno tiene su propia revolución, y que ninguna es menos o más válida que la del otro.

¿Por qué criticar al que sale a tirar piedras? Podrán decirme pro-violencia, pero lo avalo, puedo entender cuando el descontento, y el que te vulneren derechos, llega a estos puntos, además creo que es la que genera más cambios, o al menos, que deja huellas.
¿Por qué criticar al que escribe sobre el movimiento? Comprendo también cuando el aporte que se es desde otra trinchera, como simples letras, pero que pueden generar reacciones, y cambios en otro.
¿Por qué criticar al que no puede ir a marchar, pero expresa su descontento? También es legítimo que alguien que no participe en una marcha opine del tema, sin más.

Hoy concibo a la revolución como el motor de la vida de cada uno, fuera del carácter macro social... ¿Qué es revolución o dónde hay revolución para mí?

Para mi amar es revolución, criar con convicciones es revolución, enseñar, no adoctrinar es revolución, compartir, ayudar, velar por los demás, todo lo que se hace desde el cariño y para otro lo comprendo hoy como revolución, desde nuestra pequeña trinchera, todos podemos ser un aporte para esta nueva sociedad que queremos construir, y para la que no hay tregua ningún día; por eso cada grano de arena aporta, vamos todos juntos al cambio. ¡Todos luchamos! Solo es asunto de conjugar todas nuestras revoluciones para por fin vencer, y librarnos del mal común...

Quizá esto solo sea mi percepción hoy, y que cambie con el tiempo este punto de vista, pero es lo bello de ir creciendo, y de ir cada vez pariendo nuevas ideas.