Hace ya un
tiempo que viene sonando la denominada “ley Hinzpeter” de la que creo todos
tenemos conocimiento; en el caso de no
la sintetizaremos como “penalización a la participación y/o convocación en actos violentos, que alteren el curso
normal en labores de hospitales, establecimientos, el flujo normal de vehículos, etc.” En más
sencillas palabras, cualquier persona que participe en una marcha no autorizada
puede ser castigada con presidio en su grado menor, es decir, hasta 3 años y 1
día.
El tratar de
criminalizar los movimientos sociales es un recurso bajo hasta para este
desesperado gobierno, es muy fácil tratar de tildar de delincuentes a quienes se movilizan
en pro del país, y no le es difícil ya que tienen a su merced a todos los
canales de televisión, donde a diario vemos como se muestran a estos “feroces”
encapuchados agrediendo sobre todo a los “mártires” de Chile, pero bueno, esto
solo muestra lo desesperado que está el gobierno, y que en vez de buscar soluciones
concretas al problema de raíz se dedican a desvirtuar la realidad, y aún más, a
seguir vulnerando a la gente, al país.
Esta ley
atenta contra el principal de los valores “la libertad”. Manifestarse es un
derecho, es más, es un deber cuando hay desigualdades, o situaciones indignas
en un país, es por esto que es inconcebible que por hacerlo podamos irnos a la
cárcel. Para mí esto no es más que otra política del miedo, es decir, creen que
a través de medidas extremas, represoras, fascistas podrán acallar los movimientos
sociales, pero están muy equivocados. Esto solo inspira a seguir luchando
contra las injusticias presentes. La verdadera violencia, que es la del Estado
no logrará acallar estas almas voraces de equidad, de un país de verdad.
LA VERDADERA VIOLENCIA ES LA OPRESIÓN.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar